CallesgoPazo antiguo

La conexión espacial, un valor añadido para “Feeling Brands”

Las experiencias van unidas a un espacio, indefectiblemente. Un espacio abierto a las posibilidades, que las limita o las potencia. Un espacio material que abre el juego a un espacio emocional, intelectual, lúdico…para crear una historia. Feeling Brands nace para compartir historias. Diferentes, relevantes, de esfuerzo, honestas, atrevidas, con protagonistas que actúan para cambiar las reglas, construir sueños,  enamorar clientes, vivir con código propio…dejar el mundo un poquito mejor de lo que estaba. Historias así, piden un espacio especial y nosotros encontramos uno: un escenario. Un escenario con una historia propia, el Auditorio de Nova Galicia Banco.

Te la contamos de la mano de Marcos Nebreda, nuestro responsable de Comunicación…

Un espacio con historia

El espacio que el Pazo de Ximonde ocupa en el entramado histórico de la Ciudad Histórica de Santiago de Compostela es, debido a su ubicación, un punto clave para comprender las transformaciones urbanas y sociales que se han ido llevando a cabo en la ciudad. Además al enclavarse en un espacio abierto y público ha sido también de vital importancia para definir la forma en la que la ciudadanía entiende y usa el propio espacio urbano. Este inmueble se sitúa en una de las zonas de mayor importancia administrativa y comercial del eje urbano compostelano, rodeado de espacios abiertos, plazas, jardines o calles.

Esta conexión con el entorno lo hace especialmente adecuado para acoger un evento como “Feeling Brands” donde la experiencia del usuario con el entorno es el eje vertebral. Un foro donde también se hablará de mobiliario urbano inteligente y de cómo diseñar ese espacio público en consonancia con las necesidades y gustos del ciudadano de a pié, ya viva en Nueva york o en Santiago.

En el corazón de la zona monumental de Santiago, al este de la majestuosa catedral  y flanqueado por tres de las más emblemáticas calles de la capital se levanta un edificio convertido hoy en referente sociocultural de la ciudad.

Los muros del Auditorio de Nova Galicia Banco, recientemente reformado, han sido testigos de la vida de los condes de Ximonde, sus propietarios originales. La familia, perteneciente al linaje de los Cisneros, llegó a ostentar el título de Reino, ya que don Juan Antonio Cisneros de Castro, fue galardonado con el Condado de Gimonde, en 1766 por Carlos III. La familia poseía además otro pazo en Vedra, el pazo de Anzobre en Arteixo, o el de San Félix de Freijeiro en Santa Comba.

Testigo de este linaje que ha sobrevivido al paso del tiempo es el escudo, situado en el manchón central de la segunda planta donde se pueden apreciar las armas de la familia: Figueroa (cinco hojas de higuera colocadas en aspa), Castro (seis roeles de azur colocados en dos palos de tres), Mendoza (cuartelado en aspa) y Moscoso (una cabeza de lobo). Aparece asimismo una cruz flordelisada de la Orden Militar de   Santiago y, bajo la corona, un pequeño escudo jaquelado con las armas del linaje de los Cisneros.

Las fechas decisivas del inmueble

El solar actual, cuya fachada se orienta hacia la calle Preguntoiro, ha sido objeto de múltiples reformas y se sitúa en un espacio emblemático, el del Locus Sancti Iacobi, cerca del lugar que hoy ocupa el Monasterio de San Paio de Antealtares. Estos orígenes quedaron recogidos en la Concordia que firmó en el año 1077 el arzobispo Diego Peláez . Este solar estaría delimitado por una cerca que quedaría plasmada en el primer recinto defensivo del  Locus Sancti Iacobi.

Las citadas reformas del actual Auditoio de Novacaixagalicia fueron especialmente constantes e intensas desde el año 1866 tal como figura en el Archivo Histórico de la Universidad de Santiago de Compostela. De esa fecha hasta 1913 se sucedieron diferentes obras  en la fachada. Será en 1909 cuando se llevará a cabo una obra decisiva para la configuración del edificio, el nuevo propietario, José Ramón Mosquera Codesido, solicita permiso para construir una casa en el solar de su propiedad situada en el número 13 de la rúa de Almenas. Este nuevo edificio formará parte de la casa número 23 del Preguntoiro por el que se puede acceder a las diferentes dependencias de la construcción.

1970 será también una fecha importante. Es el año en que se construirán en este emblemático edificio los grandes almacenes “El Pilar”, abiertos hasta hace pocos años y que obligaron a realizar una “reforma brutal” en palabras de José Luís Pereiro Alonso, arquitecto responsable de la rehabilitación final que ha dado lugar al actual Auditorio.

La reforma definitiva

Pereiro explica cómo se llevó a cabo hace ahora dos años la recuperación de este referente histórico. El proyecto de rehabilitación para su nuevo uso como Auditorio respeta la antigua fisonomía del edificio manteniendo el conjunto arquitectónico que conforma con los inmuebles limítrofes. Se conservaron todas las fachadas y muros perimetrales así como la antigua escalera reconstruida en su totalidad con los peldaños originales.

Este antiguo Pazo de Ximonde, con fachada a la Rúa del Preguntoiro, disponía de una huerta al Este. Entre ésta y el Pazo existía un callejón que comunicaba la Rúa de las Almenas con la Plaza de la Pescadería Vella, callejón que aparece reflejado en los planos de la ciudad de 1783 y 1796. Este callejón quedó integrado finalmente en el edificio y, como testigo del pasado, se ha conservado en el actual patio de butacas del Auditorio la referencia de su antiguo trazado.

Así mismo, se puede contemplar debajo de las escaleras del vestíbulo principal, uno de los muros originales de mampostería del antiguo Pazo.

La superficie total construida alcanza más de 2.500 metros cuadrados, distribuidos en plantas baja, primera, segunda y un ático. En el interior se han realizado las reformas necesarias para habilitar un Auditorio con capacidad para unas de 700 personas, distribuidas en Patio de Butacas y Anfiteatro.